martes, 30 de noviembre de 2010

Más yodo

El mero es una excelente fuente de yodo
Es fundamental durante la infancia. El bajo consumo de yodo en esa etapa puede provocar alteraciones metabólicas que están relacionadas con el crecimiento y el desarrollo. El yodo es indispensable para el buen funcionamiento del tiroides. También mejora la agilidad mental, quema el exceso de grasa y favorece el crecimiento de uñas, cabello, piel y dientes.
Una buena forma de aumentar el consumo de yodo es comprar sal que lo contenga, lo que se conoce como sal yodada. Además los pescados, mariscos, las acelgas o judías verdes, la piña o los huevos lo contienen.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Nutrición y salud (consejos sencillos)

Creo que a estas alturas todos somos conscientes de que el tipo de dieta que hacemos puede tener consecuencias tanto negativas como positivas en nuestra salud a lo largo de toda nuestra vida. Comer bien o mal no es algo que tenga efectos inmediatos, que también, sino que va a tenerlos en un futuro. Lo bueno es que los cambios, muchas veces pequeños, que introduzcamos en la alimentación tienen consecuencias a la larga y pueden suponer que un individuo padezca o no enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes mellitus o hipertensión.
Está demostrado por múltiples estudios científicos que los malos hábitos alimenticios pueden suponer un riesgo para la salud y que variándolos se reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades crónicas y degenerativas.
Comienzo hoy una guía de consejos que podemos poner en práctica poco a poco y que a la larga supondrán una inversión en nuestra salud, lo más preciado que tenemos.
Empecemos por bajar el consumo de sal. Las dietas altas en sodio aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y circulatorias, puesto que aumentan también la hipertensión arterial. Pongamos un poco menos de sal en las comidas que preparemos y tratemos de evitar los alimentos salados, especialmente esos preparados que muchas veces ofrecen una alternativas más saludable.

martes, 23 de noviembre de 2010

La importancia del etiquetado

Existen dos tipos de etiquetado en los alimentos. Uno de ellos es obligatorio, el informativo, que nos indica por ejemplo el peso o la fecha de caducidad. El etiquetado nutricional, sin embargo, es voluntario, aunque muchos de los alimentos que compramos lo incluyen. Lo lamentable es que más de la mitad de los españoles no lo leen o les resulta de difícil comprensión. Y es una verdadera pena, porque esto indica lo poco que, por lo general, nos preocupa lo que comemos. Si leyésemos el etiquetado nutricional nos enteraríamos, por ejemplo, de que gran cantidad de productos contienen azúcar (incluyendo aunque parezca insólito, por ejemplo, embutidos) o derivados lácteos.
Un interesante estudio del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación  y de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) llevado a cabo en el Reino Unido (y no creo que los españoles nos alejemos mucho), muestra que el consumidor elije un producto por el sabor, y no por la salud. Si dedicásemos un poco de tiempo, cuando hacemos nuestras compras, a leer el etiquetado nutricional nos llevaríamos muchas sorpresas y a lo mejor optaríamos por cargar nuestro carro  con productos más saludables.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¡Olé por la dieta mediterránea!

Es magnífica. Es cardiosaludable, reduce los niveles de colesterol malo, la tensión arterial y la tasa de azúcar en sangre. No estamos hablando de un producto milagroso. Hablamos de la dieta mediterránea. Esa que, lamentablemente, se ha abandonado en tantos hogares españoles, lo que ha supuesto un empeoramiento generalizado de nuestra salud, ha elevado los casos de sobrepeso y obesidad y ha aumentado las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, etc.
La Unesco, tarde, pero ya sabemos aquello de más vale tarde que nunca, ha considerado que la dieta mediterránea es Patrimonio de la Humanidad. Nuestros abuelos, sabiamente, incluían en su alimentación diaria aceite de oliva, frutas, verduras, legumbres, pescado azul, cereales integrales y pocas grasas animales. ¡Bravo por ellos! y sigamos su ejemplo. Nuestra salud nos lo agradecerá.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El cuidado en la alimentación desde el nacimiento

La frase que encabeza la primera entrada de este blog, 'Eres lo que comes', como ya comenté, no puede ser más cierta. Lo que comemos desde que nacemos, en nuestra infancia y adolescencia determinará en gran medida cómo seremos de adultos. Ya están más que comprobados los beneficios de la lactancia materna, por ejemplo, y cada vez más estudios científicos avalan que el cuidado en la alimentación en estas etapas es fundamental. Uno de los últimos, llevado a cabo en la Universidad de Carolina del Norte, establece que los adolescentes con sobrepeso corren un elevado riesgo de desarrollar, cuando sean adultos, obesidad grave o mórbida. Hay que ser conscientes de que permitiendo o potenciando el sobrepeso en la infancia y en la adolescencia es posible que estemos dando lugar a adultos enfermos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

No todas las calorías engordan igual

La procedencia de las calorías, esas unidades de energía que tanto nos preocupan, es dispar. Un reciente estudio del departamento de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Navarra establece que, según la experiencia en roedores, a igual número de calorías, las procedentes de hidratos de carbono engordan más que las que vienen de las grasas.
Una vez más un estudio ratifica que la genética heredada es determinante, aunque afortunadamente no es el único factor que nos condiciona. Este tipo de investigaciones evidencian también la importancia de que la nutrición se contemple, cada vez más, como algo individualizado. No todos necesitamos lo mismo ni en las mismas cantidades.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Eres lo que comes

Nada más cierto que esta afirmación. Somos, en gran medida, lo que comemos. Nuestra forma de alimentarnos determinará muchas de nuestras características físicas y psicológicas, y la buena salud de la que gocemos o la mala salud que padezcamos tienen su orígen en muchas ocasiones en aquello de lo que nos hemos nutrido durante un periodo de tiempo.
Mi propósito con este blog que hoy inicio puede parecer sorprendente, puesto que el objetivo es enseñarles a comer. Pero, ¡si eso es algo que sé hacer desde pequeño!, me dirán. Lo cierto es que una cosa es ingerir alimentos y otra muy distinta es hacerlo adecuadamente, y en ésto último es en lo que espero poder aportar mi granito de arena.
Bienvenidos y gracias por visitar este espacio.