domingo, 21 de abril de 2013

Proteínas vegetales: una opción inteligente

www.nutridieta.com
Es cierto que las proteínas animales (carne, pescado, huevos o lácteos) contienen los nueve aminoácidos esenciales (moléculas que el organismo no puede sintetizar por sí mismo y que debe obtener de la dieta), razón por la que les damos tanta importancia, sobre todo en sociedades occidentales. Sin embargo no es menos cierto que los vegetarianos que cuidan su alimentación consiguen las  necesarias sin hacer peligrar su salud combinando adecuadamente proteínas de origen vegetal.
La evidencia científica nos indica que es perfectamente posible conseguir los nueve aminoácidos esenciales sin tener que consumir proteínas animales (muy recomendable hacerlo, al menos, una vez por semana) si incluimos, a lo largo de nuestra dieta diaria, los alimentos indicados.
Pero vayamos a la práctica para que quede más claro. Cereales (pan, pasta, arroz), legumbres (judías, garbanzos, lentejas...), frutos secos y semillas, consumidos a lo largo del día, consiguen que nuestro organismo sintetice los nueve aminoácidos esenciales permitiéndonos prescindir, de vez en cuando, de las excesivamente consumidas proteínas animales.

viernes, 5 de abril de 2013

Aceite de oliva y nueces: indispensables

Fuente: www.nutricion-dietas.com
Sus beneficios para la salud están probados desde hace tiempo. El aceite de oliva y los frutos secos (especialmente las nueces), consumidos con moderación, suponen un aliado para prevenir numerosas enfermedades. La novedad la han dado a conocer, en ésta ocasión, científicos españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatológica de la Obesidad y la Nutrición, presentando un estudio realizado sobre 7.500 participantes de diferentes regiones del país en el que se demuestra que la dieta mediterránea, acompañada de aceite de oliva vírgen extra y frutos secos reduce la incidencia de problemas cardiovasculares graves, como el ictus o los infartos.
Incluir en la dieta 50 mililítros de aceite de oliva vírgen extra y 30 gramos de nueces, avellanas o almendras (no fritas) al día supuso, en el grupo al que se suplementó con éstos alimentos, disminuir significativamente las posibilidades de padecer problemas graves cardiovasculares. El grupo que se limitó exclusivamente a reducir la ingesta de grasas no obtuvo los mismos resultados.
El estudio, de una alta solidez científica, demuestra además que el cambio en los patrones dietéticos consiguió excelentes resultados incluso en personas de más de 60 años.